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Diario YA


 

SIN FAMILIA SAGRADA Y NATALIDAD NO HAY PARAISO

En la Familia, las sociedades, también Asturias, se juegan su futuro y no es de extrañar que las nuevas visiones de la familia y del matrimonio supongan un desgarro en la sociedad. La consideración natural del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, común  a todos los pueblos al margen de creencias, se ha visto cuestionada por la legalización de uniones que poco tienen que ver con la realidad natural de la unión  estable y duradera  para el amor y la `procreación de un hombre y una mujer. En la nueva visión de la familia y de la filiación se prescinde de los conceptos básicos, naturales y elementales: padre, madre, esposa esposo y en su lugar se recurre a fórmulas de lógica abstracta cónyuge A cónyuge B. Todo esto está basado en la llamada ideología de género que pretende socavar todas las diferencias entre hombre y mujer por ser no de naturaleza sino ideológicas y por lo tanto se pueden cambiar según la ideología de gobierno de turno.
     Jueces y magistrados discrepan sobre algunas disposiciones jurídicas sobre aspectos puntuales y conflictivos  temas  muy interesantes en las relaciones familiares: como la filiación y la paternidad, el divorcio  rápido, el régimen de visitas, la custodia compartida, pensiones ante las rupturas matrimoniales, el papel de los abuelos en la custodia de los nietos. Manutención de los hijos  en caso de separación o divorcio: régimen matrimonial  separación o gananciales. Temas de gran complejidad para la filiación como madre biológica, madre adoptante, vientre de alquiler, que más parece de ciencia ficción que hechos de filiación reales. Reconocen los jueces  que los tiempos han cambiado mucho en el tratamiento jurídico de la familia. Las nuevas generaciones tienen las cosas muy complicadas: en una época en que las relaciones entre los sexos se están banalizando y vulgarizando y no se quieren asumir los pros y los contras de relaciones legalizadas y normalizadas. Con todo el futuro pasa por la familia, matrimonio y natalidad y sin eso no hay futuro, por muchas modificaciones legislativas que se quieran inventar. El aumento del número de abortos en España, contemplado como forma de control de natalidad, es un drama que está minando su futuro económico, social y no sólo moral. Sin natalidad no habrá ni para pensiones. Pensar que con la destrucción de la familia se contribuye a la dignidad de la mujer es un sarcasmo reaccionario. La Iglesia Católica tiene mucho que decir sobre la familia y no necesita ninguna revisión esencial de la doctrina firme y segura que ha sido revelada y que el Magisterio Ordinario y Extraordinario siempre ha enseñado. La posmodernidad con su abolición de todo relato que dé consistencia   a familia, no puede inspirar nada positivo para el análisis de la familia su presente y su futuro.       
Fidel García Martínez