Principal

Diario YA


 

La santidad es joven y está de moda

Fina Millán-Hita. El título de esta carta puede parecer una osadía, pero tengo razones para afirmarlo. Ya San Juan Pablo II afirmaba que el futuro de la Iglesia y de la Humanidad estaba en la juventud. Consciente y convencido de ello instauró la Jornada Mundial de la Juventud, con la que se entusiasmaron e implicaron millones de jóvenes de  todo el mundo, hasta tal punto que hubo que repetirla; y hasta hoy se editan con una magnífica participación.

 
Al pálpito de esas jornadas miles de jóvenes encontraron respuesta para sus nobles aspiraciones y camino para su compromiso con la llamada a la santidad. LA SANTIDAD SE PUSO DE MODA.

Los sucesores de San Juan Pablo II siguieron la fascinante iniciativa de su predecesor, gracias a lo cual hay generaciones de hombres y mujeres que confiesan que sus vidas tomaron otro rumbo y se han acercado a Dios de forma insospechada. LA SANTIDAD SIGUE DE MODA… Y ES JOVEN.

El papa Francisco mantiene esa tónica y alienta a los jóvenes a que sean luz en medio del mundo, como predicó incansablemente San Josemaría, con el ímpetu de los jóvenes de todo el mundo podríamos decir que la santidad ha perdido cierto olor a humedad y trae un viento fresco y reparador a un mundo algo “apolillado”… Porque LA SANTIDAD ES JOVEN…Y ESTÁ “DE MODA”…

 Como ejemplo de ello, quisiera mencionar algunos de los muchos jóvenes que entre los siglos XX y XXI han sido elevados a los altares o están en camino, como Chiara Badano, Marcel Callo, Marcelo Cámara, Montse Grases, y más recientemente Carlo Acuti entre otros…

Por la mayor cercanía geográfica, quisiera resaltar a Montse Grases, una adolescente barcelonesa, alegre, deportista y buena amiga, que falleció de forma heroica y ejemplar tras una terrible enfermedad, a la temprana edad de 17 años. Sus restos descansan en la cripta del Oratorio de Santa María de Bonaigua, en Barcelona, hasta donde se acercan muchos chicos y chicas a diario para rezar.

No hay duda de que estos jóvenes, ejemplos vivos y actuales han puesto al alcance de la mano y de MODA LA SANTIDAD.