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informa El Distrito

Grifols tendrá que cesar a Sánchez-Asiaín si quiere cumplir el Código de Buen Gobierno de la CNMV

Grifols deberá cesar fulminantemente a Sánchez-Asiaín si quiere cumplir el Código de Buen Gobierno de la CNMV, el cual busca «garantizar que las reglas que el Consejo tenga a bien establecer en este ámbito se cumplan formal y sustantivamente» informa El Distrito.

La multinacional española Grifols tendrá que cesar a su consejero independiente coordinador, Íñigo Sánchez-Asiaín, para poder cumplir el Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), luego de que el también fundador de Portobello Capital esté inmiscuido en varios pleitos legales por la compra de las clínicas dentales Vivanta.

En concreto y como adelantó Vozpópuli, el Juzgado Mercantil Nº 2 de Madrid verá los próximos 20 y 21 de octubre el juicio por la demanda de un socio minoritario de las clínicas dentales Vivanta contra la gestora Portobello, por el presunto perjuicio creado con la compra de Grupo Vera Dental, con un sobreprecio estimado en 6,2 millones.

La demanda, admitida a trámite el 1 de octubre de 2020, y a la que ha tenido acceso la agencia EFE, se dirige contra los socios fundadores de Portobello, Íñigo Sánchez-Asiaín, Ramón Cerdeiras y Juan Luis Ramírez; así como también contra Carlos Dolz, socio de la gestora; y Juan Olave, que era el consejero delegado de Vivanta en el momento de los hechos.

Debido a ello, Grifols deberá cesar fulminantemente a Sánchez-Asiaín si quiere cumplir el Código de Buen Gobierno de la CNMV, el cual busca «garantizar que las reglas que el Consejo tenga a bien establecer en este ámbito -especialmente, las relativas a la composición cualitativa del órgano y al equilibrio dentro de él entre los distintos tipos de consejeros- se cumplan no sólo formalmente, sino también sustantivamente».

Así se muestra en el portal de la CNMV, en el apartado del Código de Buen Gobierno:

La misión de la Comisión de Nombramientos es velar por la integridad del proceso de designación de consejeros, y a tal efecto parece conveniente encomendarle las siguientes funciones:

    Formular y revisar los criterios que deben seguirse para la composición del Consejo de Administración y la selección de candidatos.
    Elevar al Consejo las propuestas de nombramiento de consejeros para que éste proceda directamente a designarlos (cooptación) o las haga suyas para someterlas a la decisión de la Junta.
    Proponer al Consejo los miembros que deban formar parte de cada una de las Comisiones.

Como es natural, en el desempeño de estas funciones y, especialmente, en la formulación de propuestas de nombramiento, la Comisión deberá considerar las sugerencias que le hagan llegar el Presidente, los miembros del Consejo, los directivos o los accionistas de la sociedad.

Su función es examinar esas sugerencias, valorarlas e informar sobre ellas con criterios de objetividad e imparcialidad, para que el Consejo pueda obrar con conocimiento de causa. La función de la Comisión no es sustituir al Consejo, pero es conveniente que cuando éste decida apartarse de sus recomendaciones motive su decisión.

Dicho esto, la CNMV establece que «el sistema de designación, en su integridad, debe dirigirse a garantizar la debida representatividad del Consejo y la competencia, solvencia y experiencia de las candidaturas seleccionadas».

Respecto al cese de consejeros, el Código de Buen Gobierno estipula que «la decisión de cese del consejero solo puede ser adoptada formalmente por la Junta General (separación) o por el propio consejero (dimisión), con independencia, claro está, de las causas legales o estatutarias de cese automático».

«Resulta aconsejable, por ello, que las compañías reflexionen sobre este extremo e incluyan en su normativa interna ciertas causas estatutarias de cese o, por lo menos, ciertas obligaciones de dimisión en supuestos que puedan afectar negativamente al funcionamiento del Consejo e incluso al crédito y reputación de la sociedad en el mercado», subraya el estatuto 5.5.

Asimismo, recuerdan «que los deberes generales de lealtad que pesan sobre el consejero le obligan a dimitir siempre y cuando su permanencia en el Consejo pueda poner en riesgo los intereses de la sociedad, o cuando desaparezcan las razones por las que fue nombrado».

Por todo ello, la multinacional española especializada en el sector farmacéutico y hospitalario, que constituye la tercera mayor empresa del mundo en el sector de hemoderivados y la primera de Europa, se vería en la obligación de cesar a Íñigo Sánchez-Asiaín, su consejero independiente coordinador desde 29 de mayo del 2015, y cuyo último nombramiento data del 24 de mayo del 2019.

Para corroborar toda esta información, desde El Distrito hemos intentado contactar a todas las partes involucradas (CNMV, Grifols, Sánchez-Asiaín), obteniendo respuesta únicamente -hasta el momento- de la compañía catalana, la cual ha dicho que «en la medida de sus posibilidades» responderá vía email.
Políticas de transparencia

La CNMV insta permanentemente a las empresas cotizadas a revisar sus políticas de transparencia y buen gobierno para impedir que se produzcan «prácticas irregulares» como las detectadas en los últimos meses, algunas de las cuales han acabado en los tribunales.

Sin mencionar nombres, el supervisor español de los mercados ha reiterado que estos casos de presunta corrupción son motivo de «preocupación», y añade que, «aunque sólo afecten a algunas empresas o sean imputables a un número reducido de personas», estas situaciones pueden comprometer la imagen y reputación del mercado de valores, algo especialmente relevante dada la importancia que dan los inversores, incluidos los internacionales, a los aspectos relacionados con la ética».

Por consiguiente, recomienda para mejorar la transparencia y el buen gobierno en las cotizadas que los órganos establezcan «políticas y controles adecuados para prevenir la corrupción y demás prácticas irregulares, así como para la identificación, evaluación, gestión y control de los riesgos y de los potenciales impactos asociados».

De igual modo, considera «esencial» que las políticas y controles se apliquen con el máximo rigor y, «sin perjuicio de la responsabilidad del Consejo de Administración», debe involucrarse al máximo la Comisión de Auditoría, a la que la normativa vigente atribuye la función de supervisar la eficacia del control interno y de la auditoría interna.

En este ámbito, se considera «especialmente relevante» el papel de los consejeros independientes y de los demás consejeros externos, ya que todos ellos actúan como contrapeso con respecto a los consejeros ejecutivos de estas entidades.

La CNMV insta por ello a los órganos de gobierno de las cotizadas a revisar sus políticas y procedimientos en este ámbito, así como su aplicación en la práctica, para asegurarse de que son suficientemente exigentes y se aplican realmente.
Soros salió de Grifols

El magnate estadounidense George Soros desinvirtió en el tercer trimestre del 2020 los 49 millones de dólares (41 millones de euros al cambio de ese momento) en acciones de clase B que le quedaban en la farmacéutica Grifols a mitades de ese año, según los registros depositados el mes de noviembre por George Soros Fund en la SEC.

El ‘gurú’ salió de la cotizada del Ibex 35 tras entrar por primera vez en el primer trimestre de 2019 con una inversión de 38 millones de dólares (casi 32 millones euros al cambio de aquel entonces).

Un periodo que, si se cuenta por trimestres, rozaría dos años que han estado llenos de turbulencias para Grifols, que ha visto como su cotización pasaba de volar alto en 2019 a caer rendida este 2020, según informó El Confidencial.